MI EXILIO INTERIOR

viernes, 11 de enero de 2013

La Madre de Todas las Encinas.

La Madre de todas las Encinas.


Esta encina, que como se observa está junto a la casa, es la más grande que hay en muchos kilómetros a la redonda. Yo la llamo La Madre de Todas las Encinas. Le echo como mínimo 300 años. Lo malo es que cada vez tiene menos hojas. ¿Se está secando? ¿Es demasiado vieja? La foto es de 2010.


La Madre hacia 2002.
 



Esta otra foto de La Madre tiene unos diez años: debe ser la primavera de 2002. Se puede ver que está más frondosa. Los que se están columpiando son mi sobrinos Alejandro y Juan, que han dado también nombre a otros árboles, en este caso alcornoques, madroños  u olivos, puesto que son masculinos.




La Madre en 2012.








Por fin esta última foto de La Madre está tomada en el verano de 2012. El deterioro es evidente. ¿Qué hacer?

Con las últimas lluvias, más algo de fertilizante aritificial - cualquier cosa vale para intentar salvarla - parece que La Madre se está reecuperando un poco. Un talador que pasó por allí me dijo que las había visto en peor estado que se habían recuperado. Esperémoslo. Y mientras tanto, hagamos lo que la de la foto. 

La Siesta, de John Frederick Lewis.
 




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